LA PLANIFICACIÓN URBANA

INTRODUCCIÓN

En este capitulo se desarrollan algunos conceptos generales referidos a la Planificación urbana y sus diversos enfoques. No se pretende con el presente desarrollo explicitar una determinada teoría o enfoque específico de la Planificación, sino más bien hacer un barrido general acerca de los diferentes conceptos que con relación a la compleja temática de la planificación urbana han realizado algunos autores especializados, en muchos casos, relacionados con experiencias concretas.

Se ha estimado conveniente incluir en primer término algunas definiciones de lo que vamos a entender como Planificación; planteando relaciones entre Planificación y Política, con el ánimo de interpretar estas definiciones:

A continuación se han realizado algunas consideraciones sobre los niveles de la planificación, relacionando éstas variables con el concepto de territorio o planificación territorial. Fundamentalmente se ha considerado que estos dos aspectos de la Teoría de la Planificación requieren particularmente para aquellas disciplinas orientadas hacia la problemática físico espacial del ordenamiento territorial y urbano.

La conceptualización teórica de lo que se entiende por Planificación urbana si bien ha sido desarrollado en varias oportunidades, presenta generalmente confusiones, en especial por las posiciones disciplinarias (o profesionales) que se asumen al respecto, posiciones que en muchos casos redundan negativante en las necesarias integraciones de enfoques interdisciplinarios que los complejos problemas de la Planificación requiere.

Se han incluido también los aspectos que hacen a la problemática temporal de la planificación, ya que el tiempo resulta una variable importante dentro de la Planificación urbana, como asimismo una apretada discusión sobre los enfoques o características sustanciales de la planificación.

Finalmente se aborda el concepto del paisajismo como disciplina, sus métodos y herramientas y la importancia del mismo en la planificación urbana.


EL CONCEPTO DE PLANIFICACIÓN

Abordaremos aquí el análisis del concepto de planificación en general para luego abordar el contenido específico de la Planificación urbana.

Según la Real Academia planificar es establecer un plan. Organizar conforme a un plan.

Desde un punto de vista técnico, "la Planificación puede ser considerada como un proceso que se lleva a cabo dentro de los límites previstos por la política y la administración, a través del cual se hacen más racionales las decisiones referentes a los fines y métodos de las grandes organizaciones. En otras palabras pue¬de decirse que es el proceso que conduce hacia la definición y esclarecimiento de las metas de una organización para luego reducirlas a programas y métodos específicos de acción. Desde el punto de vista ideológico, la Planifi-cación puede considerarse como un medio para el logro de cierta medida de auto dirección en la evolución del sis¬tema social; esto es, que se trata de un instrumento para obtener un importante grado de dominio sobre el destino del Hombre".

"Teniendo en cuenta estas primeras conceptualizaciones, se entiende que Planificación es el proceso por el cual se pueden combinar eficientemente los recursos disponibles en función de ciertos objetivos de tipo Político ideológico; o, dicho de otra forma, la Planificación es el proceso mediante el cual se puede elabo¬rar y ejecutar conjuntos óptimos de políticas, estrategias e instrumentos para alcanzar determinados fines en fun-ción de ciertos objetivos políticos relacionados con los beneficios de una sociedad en su conjunto."

Analicemos las definiciones anteriores: el objeto de la Planificación es, por lo tanto, la optimización del uso y combinación de recursos con el fin de lograr beneficios de tipo colectivo, pudiendo establecerse como sujeto de la Planificación la sociedad en su conjunto.

Queda claro entonces que detrás de la planificación urbana se encuentra involucrados un serie de actores en donde el Estado juega un papel preponderante, en la optimización de los recursos en pos del bienestar general de la población.



Ante todo conviene observar que no existe unanimidad a cerca de la necesidad de planificar pues mientras unos se resisten a que haya una regulación explícita que pueda limitar las posibilidades de actuar en la ciudad y el territorio, desde otra línea de pensamiento se defiende la planificación llegándose incluso a promover que cualquier actuación sobre el territorio no solo sea prevista y regulada sino programada en un plan previo.

Varios autores, han tratado de definir el carácter y/o elaborar argumentos de justificación de la Pla¬nificación. Aguirre, por ejemplo, advierte que en un país capitalista dependiente, tras la idea de Planificación está el reconoci¬miento de que la libre operación de las fuerzas del mercado no conduce automáticamente a una asignación ópti¬ma de los recursos productivos, ni lleva en consecuencia al ritmo más rápido del crecimiento del ingreso ni a su mejor distribución.

Por lo tanto, la Planificación persigue ofrecer criterios para la asignación de recursos públicos y privados.

La Planificación trata de utilizar de manera deliberada los instrumentos tradicionales en política económica a fin de influir para que las decisiones privadas se ajusten a los objetivos generales del desarrollo de una sociedad. Estos objetivos no pueden quedar dictados únicamente por consideraciones presentes, sino que tienen que ser resultados de un examen de los principales problemas y escollos que vienen registrándose en el proceso histórico y de una decisión sobre objetivos y metas de largo alcance.

Los objetivos y metas envuelven, necesariamente, decisiones políticas y en consecuencia su definición puede exce¬der la esfera de la responsabilidad de los técnicos como tales. Por ello, si bien puede hablarse con algunas reservas¬ de la neutralidad de las diferentes técnicas de Planificación, no puede afirmarse de ninguna manera sobre la neu¬tralidad política de los planes concretos que se elaboren con el auxilio de las diferentes técnicas. Por otro lado, en la mayoría de los casos es muy difícil separar lo que corresponde a juicios de carácter técnico y lo que envuelven las decisiones políticas, ya que en la mayoría de los planes, no se trata de anticipar lo que puede ocurrir desde un punto de vista técnico, sino lo que debe hacerse para alcanzar determinados objetivos o metas.


LA PLANIFICACIÓN URBANA.

En general vamos a entender a la Planificación urbana como una escala o nivel dentro e la Planificación general, con las especificidades propias del objeto de estudio: la ciudad.

El concepto de escala o nivel de la planificación (referido a la magnitud del espacio geográfico) permite establecer en general tres niveles básicos de Planificación, los cuales contienen a su vez algunas desagregaciones. Esta clasificación se realiza teniendo en cuenta la práctica concreta que se produce y ha producido particu¬larmente en el caso de la Argentina.

Nivel Nacional: entendiendo como tal aquellos planes que se elaboran teniendo como marco de referen¬cia para su análisis y aplicación el espacio geográfico nacional, dependiente de la Secretaria de Planeamiento de la Nación. Como así también las activida¬des socio económicas que en ese espacio se efectúan.

Por otra parte, es conveniente además señalar la exis¬tencia de planes multinacionales, especialmente cuando se trata de regiones fronterizas, o de aprovecha¬miento múltiple de cuencas hídricas comunes, por ejemplo el caso de la Cuenca del Plata, conformación de bloques Regionales por ejemplo Mercosur, Nafta, Unión europea.

Nivel Regional: se trata de planes elaborados para una determinada porción geográfica de un territorio nacional o supra-nacional , definida como tal mediante alguna variable o conjunto de variables que le confieren carácter de homogeneidad o de heterogeneidad, o alguna comunidad de objetivos a los infinitos puntos que contiene la mencionada porción territorial.

Al igual que en el caso anterior, el plan deberá contener la definición de políticas localizadas en la región, como así también las relaciones programadas entre la región y el resto del espacio a nivel territorial. En el caso concreto de la Argentina, por más que en determinados momentos el concepto de región ha sido a-plicado con un criterio distinto, en las mayoría de las oportunidades, el nivel regional se lleva a cabo mediante pactos interprovinciales, y ha coincidido con el nivel provincial de Planificación, obviamente en razón de la organización federal del país. No obstante como se señaló, éste concepto ha sido alterado en momentos de ponerse en vigencia sistemas de Planifi¬cación Regional, aspectos que serán detallados en otros capítulos. En estos casos la región fue conforma¬da por conjunto de provincias y/o acoplamiento de partes de provincias entre sí.

Nivel Urbano: se trata de planes elaborados, para áreas urbanizadas, ciudades, comunas o municipios entendiendo como tales aquellas que presentan un mínimo poblacional (2000 o mas habitantes) de densidad fundiaria, estipulada és¬ta densidad en función de la relación número de parcelas afectadas por la edificación, sobre el número total de parcelas tipo que contendría la unidad o ámbito espacial de referencia. Incluyen también en muchos,casos las áreas destinadas a usos típicamente urbanos, como actividades comerciales, de servicio, equipamientos, etc.

En algunos casos, especialmente cuando existen normas y directrices al respecto, los planes urbanos in-cluyen el área microregional circundante, entendiendo como tal las porciones territoriales que muestran un agrupamiento espacial de relaciones físicas, biológicas, económicas, sociales, etc., con cierta coherencia e identidad polarizadas por el área urbanizada referida anteriormente.

El nivel urbano de Planificación en particular suele denominarse Desarrollo urbano local, y constituye el escalón o nivel de planificación más cercano al ciudadano.

Finalmente corresponde realizar a éste nivel de Planificación, la conveniente desagregación que puede presentarse en función de las diferenciaciones existentes entre los diferentes fenómenos de Aglomeración Urbana.

De acuerdo a ello, corresponde a nivel micro regional considerar tres sub niveles: el local, el metropolitano y el conurba¬no.

Como nivel local, puede entenderse aquel proceso que está orientado a considerar el núcleo urbano como una uni¬dad histórica en su crecimiento y desarrollo. Otro tanto ocurre respecto a su unidad administrativa ya que se tra¬ta de un núcleo aislado, sin ninguna contactación física con núcleos periféricos o aledaños. Contrariamente a este caso, cuando se consideran los fenómenos de conurbación o metropolización, no se está en presencia de núcleos unitarios ( ni física ni administrativamente).

En cuanto a los fenómenos de metropolización, pueden considerarse tanto a nivel de Región Metropolitana, cuan¬to a nivel de Area Metropolitana. Como Area Metropolitana puede entenderse la "porción territorial interna a la región metropolitana que presenta una continuidad física respecto a su nivel de urbanización y/o tendencias de ser urbanizadas en el corto plazo. Generalmente en éstas áreas existen dos o más núcleos con distintas depen¬dencias administrativas, los cuales, debido a su crecimiento, particularmente al de uno de ellos) se han contactado y se han integrado a través del tiempo, conformando una unidad funcional. Por otro lado, se entiende como Re¬gión Metropolitana, al espacio territorial con el cual una ciudad principal y un conjunto de centros secundarios y el concepto de sector (referido a las actividades) resultan complementarios cuando se trata de procesos que asumen un carácter integral de la planificación en general. En efecto, tan¬to la variable del espacio como la variable actividad deben ser integradas en la elaboración de cualquier plan para que este contemple la globalidad de problemas que actúan en la realidad bajo estudio, ésto es por ejemplo, el pun¬to de vista geográfico y el punto de vista socio económico.

La planificación urbana, pueden plantearse la planificación de sectores urbanos definidos por barrios o distritos, la planificación de áreas o porciones de ciudad por ejemplo, planificación del área central o intermedia de una ciudad.


LA PLANIFICACIÓN SECTORIAL

La planificación sectorial se refiere al concepto de sector (referido a las actividades) Existen relaciones entre la planificación por escalas u la planificación por sectores económicos. En efecto, las relaciones entre los conceptos de escala y de sector, pueden ser destacadas a partir del análisis de a¬bundante bibliografía que relaciona los enfoques geográficos con los enfoques económicos, por ejemplo. Ello pue¬de permitir a aquellas disciplinas cuya orientación en el campo de la Planificación está acentuada hacia el fenóme¬no físico, comprender los determinantes que pueden actuar en las concreciones de tales fenómenos.

El concepto de sector, tal como se señalara anteriormente, está referido al de actividad y preferentemente es de carácter económico. En efecto una primera clasificación económica de las actividades, considera a éstas comó ac¬tividades primarias, secundarias y terciarias considerando como primarias aquellas que resultan de carácter neta¬mente extractivas (agropecuarias, mineras, etc.); como secundaria aquellas donde se realizan transformaciones fí¬sicas o químicas de una determinada materia prima (industriales y manufactureras) y actividades terciarias las o¬rientadas a la comercialización y a los servicios.

A manera de ejemplo se pueden dividir los sectores de la economía según éstos criterios, en seis sectores: Agro, In¬dustria, Comercio Mayorista, Comercio Minorista, Estado; Construcción señalando además que cada uno de éstos sectores también puede subdividirse en varios otros, " dando lugar a una división de la economía en un número cualquiera de sectores".

Indudablemente que una mayor o menor desagregación sectorial deberá estar respondiendo a determinados objeti¬vos de análisis, ya que una menor desagregación podrá facilitar los cálculos y apreciaciones del analista; no obstan¬te impedirá ver con detalle lo que ocurre en cada uno de los sectores o actividades agregadas.

Estos conceptos desarrollados anteriormente, resultan de fundamental importancia para el análisis y programación económica e indudablemente brindan un encuadramiento muy útil para la planificación física, ya que en muchos casos es sobre la base de las transacciones intersectoriales que se toman decisiones en materia de localización de activida¬des (por ejemplo, zonificación industrial a escala urbano y/o regional, etc.)Aunque distintos, estos puntos de vista (el geográfico y socio económico), pueden colaborar para dar una visión más compleja de los objetos que ambos estudian.


EL TIEMPO EN LA PLANIFICACIÓN

Debe considerarse que ésta es otra de las variables sustanciales en un proceso de Planificación, ya que la misma, en todos los casos, se refiere a diferentes horizontes de tiempo y en cada uno de éstas circunstancias el esfuerzo y el interés del programador se concentra en la consideración de variables o problemas diferentes. Este hecho está rela¬cionado sin ninguna duda, a las características mismas del proceso de la planificación, ya que a medida que las proyecciones son de más largo plazo, las situaciones de incertidumbre aparecen con mayor frecuencia. En relación al aspecto temporal, se puede hablar en primera instancia de la Planificación a corto, (un período de gobierno, 1 a 4 años) a mediano ( dos o tres períodos de gobierno, 10 años) y a largo plazo, el cual presenta una duración de 20 o 25 años, según las diferentes expe¬riencias y países.

Cabe destacar que, según experiencias en distintos países Latinoamericanos (tanto a nivel nacional, regional como urbano), muchas veces los plazos (de tres a siete años (o sea un promedio de cinco años), son considerados de apli¬cación de planes de mediano plazo, denominándose corto plazo a la programación anual.

Este presenta el límite absoluto de todo el pensamiento realista proyectado al porvenir. Porque a medida que se a¬dentran en el futuro, las proyecciones de los acontecimientos posibles se tornan cada vez más inciertas. El propó¬sito de la Planificación a Largo Plazo es completamente diferente al de la Planificación en cualquier otro nivel: el problema de los medios queda rezagado; la preocupación principal se concentra en la exploración de posibilidades y metas. Para ello se supone que las relaciones estructurales de tipo social y económico tienen una cierta tenden¬cia a la permanencia, lo que hace difíciles sino imposibles los cambios repentinos de situación y que, por lo tanto, pueden establecerse una serie de restricciones más o menos realistas para ciertas categorías de cambio socio econó¬micos que quedan fuera del alcance del control público".

Entre todas estas categorías de Planificación, existe indudablemente una importante relación según lo destaca el propio Friedmann, constituyendo todas ellas un sistema tomadas en conjunto. La orientación general de los esfuer¬zos se puede establecer mediante la fijación de las metas y objetivos de largo plazo, mientras que los objetivos y me¬tas intermedios, como así también la especificación de estrategias para alcanzarlos, se puede formular en el proceso de planificación evolutiva. Los programas y proyectos concretos, con su desagregación anual son los elementos que completan el sistema.

Indudablemente que en la realidad, éste encadenamiento con toda su racionalidad es bastante relativo, dado que en muchos casos según lo estima Friedmann y puede ser verificado mediante el análisis de ejemplos específicos de la realidad Latinoamericana La Planificación se manifiesta mediante situaciones congeladas, esto es, la realización de planes y considerando al proceso mismo de la Planificación como algo estático. En otros casos, la discontinuidad po¬lítica, además de no permitir el cumplimiento de las mínimas y elementales etapas dentro de un proceso planificado, en la mayoría de los casos, redunda también en cambios drásticos en materia de fijación de metas a largo plazo.


LA COMPLEJIDAD DE LO URBANO Y SU PLANEAMIENTO

Es preciso destacar que la característica que hace singular al pla¬neamiento urbano deriva de la especial complejidad del hecho urbano. Esta com¬plejidad es inherente a la actividad humana de la sociedad que vive y se desarrolla en un lugar y en unas circunstancias internas y externas determinadas y, por su pro¬pia naturaleza, se encuentra siempre en situación de cambio. Ofrece así, el hecho urbano unas dimensiones no sólo espacial sino también temporal, lo cual resul¬ta diferencial respecto de otras iniciativas que tienen por objeto proyectar una nue¬va realidad construida. Además, no sólo el conjunto urbano sino también los ele-mentos que lo integran presentan esa complejidad espacial y temporal, siendo difíciles de detectar y analizar los factores que inciden en su génesis y evolución. Por añadidura, el análisis sufre de la incertidumbre del sistema de valores y de la incertidumbre acerca de las intenciones que rodean el hecho urbano.

En razón de esta singularidad cuando queremos explicarnos en qué consistirá el planeamiento urbano como sistema de formalizar la intervención en el hecho urba¬no, hay que constatar que el planeamiento de la ciudad se nos presenta como un cometido de la máxima complejidad y, por tanto, es difícil el proceder a establecer sus características. Ante todo, habrá que reconocer que no cabe simplificaciones y que será más útil él acercarnos al conocimiento del planeamiento urbano mediante el análisis de las diferentes tendencias que se manifiestan respecto de él.

ROL DE LOS ACTORES EN PLANIFICACIÓN URBANA

De cara a la elaboración del planeamiento que necesite un municipio determi¬nado es preciso considerar quiénes son los organismos y personas que tienen prota¬gonismo en la construcción de la ciudad y ello, tanto por las responsabilidades que ostentan en razón de las competencias y obligaciones que emanan de su función, como por el poder real que ejercen a través del ejercicio de sus actuaciones. Ante todo debe entenderse y conocerse el funcionamiento que se deriva, en materia de urbanismo, con objeto de garantizar una igualdad entre todos los ciudadanos.

Pero la responsabilidad y competencia última respecto del planeamiento urbano son los municipios los que tienen la responsabilidad de ordenar urba¬nísticamente su municipio.


EL PAPEL DEL MUNICIPIO

Es capital respecto del planeamiento municipal en todos sus estadios ya que, en efecto, es él quien debe asumir la elaboración del pla¬neamiento de su término municipal y quien lo ha de aprobar inicial y provisional-mente, sometiéndolo a la aprobación definitiva de la Comunidad Autónoma. Ésta ejerce, a su vez, un papel coordinador respecto del planeamiento urbano y vigila y garantiza el cumplimiento de la normativa urbanística vigente. Asímismo, el Municipio es el responsable de la aprobación de los instrumentos que desarrollen el planeamiento de nivel municipal, si bien la elaboración de los mismos puede ser he¬cha, según los casos, directamente por el Municipio, en colaboración con enti¬dades públicas o privadas, (gestión mixta) o bien redactada directamente por éstas. En todo caso el papel del Municipio es fundamental y tiene la responsabilidad completa de su

ordenación y desarrollo urbanístico. Para la práctica de esta competencia los Municipios necesitan disponer de unos medios económicos, administrativos y técni¬cos en consonancia con las actividades urbanísticas a ejercer. La legislación urbanística ha ido previendo que los Municipios dispongan de esos medios y en tal sentido la Ley Provincial 8102 y 8128 de 1992 Ley Organica Municipal que tiene como uno de sus fines el que los Municipios puedan afrontar sus obligaciones urbanísticas con los medios y en los momentos oportunos.


EL PAPEL DEL CIUDADANO

En el proceso de construcción de la ciudad (desde la ordenación del conjunto municipal en el planeamiento gene¬ral hasta la urbanización y edificación) ya que, si bien la responsabilidad correspon¬de ante todo al Municipio, es de suma importancia que el ciudadano se integre en todas las fases del proceso. Sólo así podrá garantizarse una aceptable interpreta¬ción de la realidad en la elaboración de los planes y proyectos, un entendimiento suficiente de las consecuencias que para cada ciudadano tendrá las medidas adoptadas y, en consecuencia, una aceptación de los beneficios y las obligaciones que esa ordenación comporte.

Con los mecanismos de gestión participativa y micro planificación se implementan mecanismos de consulta que permiten al ciudadano formar parte misma del proceso de planificación.

EL PAPEL E LOS TECNICOS EN URBANISMO

Su actitud y capacidad pueden influir grandemente en el planeamiento urbano. El profesional que elabora, informa, interpreta y controla la ordenación urbanística debe asumir esencialmente su papel de asesor de las personas u organismos que han de tomar las decisiones oportunas. En el caso del planeamiento, éste debe ser realizado por y para la colectividad municipal y el pa¬pel del profesional es el de ir asesorando sobre las consecuencias que las posibles soluciones pueden suponer para el conjunto del territorio y de sus ciudadanos, para el Municipio y para distintos sectores de la población.


RELACIÓN DE LA PLANIFICACIÓN URBANA Y PAISAJÍSTICA CON OTRAS DISCIPLINAS


Cuadro extraído de. Bazant, Ian “Manual de criterios de diseño urbano”. Ed Trilla. México.

TENDENCIAS CARACTERÍSTICAS ANTE EL PLANEAMIENTO

Planificación versus antiplanificación

El planeamiento urbano, por su misma esencia, se debate entre posturas con¬trapuestas. En efecto, ante el planeamiento de las ciudades se adoptan posiciones tan distantes como su negación y abominación o la de una creencia y confianza in¬condicional en él, siendo curioso observar que la postura contraria a la intervención en la ciudad y por lo tanto opuesta al planeamiento, es compartida por ideas que están en los extremos del espectro como son el liberalismo puro y el anarquismo. Entre ambas posturas extremas antiplanificadoras, existe y se puede distinguir una gama de actitudes y de teorías sobre el planeamiento que admiten en menor mayor grado la conveniencia de la planificación, pero que adoptan diversas posiciones en la dialéctica entre el libre juego de intereses y la planificación. Asímismo aprecian diferentes grados en el carácter y acento planificador que pueden ir intervenciones puntuales y coyunturales planificadas por objetivos hasta un plan integral. Existen también diversos enfoques prioritarios en el planeamiento como pueden ser el económico, el social, el político, el morfológico, etc.

Interés público versus interés general

Tras estas reflexiones generales, podemos aproximarnos más al entendimiento del planeamiento urbano pasando a considerar las actitudes que suelen a respecto de él. Así, la construcción de la ciudad viene desarrollándose entre la acción a los intereses individuales, los impulsos que proceden de grupos o privilegiadas y los esfuerzos organizados de planificación en pos del interés general de una sociedad.

En efecto, por un lado, los ciudadanos van tratando de realizar actuaciones en la ciudad según su interés particular. Algunas ciudades surgen y van creciendo sin ordenación prefijada según decisiones aisladas de personas o de grupos y, además las ciudades van configurándose, en gran parte, por estas iniciativas individuales que, con el tiempo, tienden que ser reguladas en algún modo con objeto de que no se produzcan conflictos o perjuicios entre los diversos vecinos.

Por otra parte, siempre han existido en las sociedades ciertos individuos o grupos con suficiente poder que, con sus decisiones e influencias, han ido marcando la forma en que las ciudades se han ido generando o se van transformando. En unos casos se trata de intervenciones ajenas a las preocupaciones del pueblo (caso de los palacios, por ejemplo) pero en muchos casos coinciden con los intereses de una clase dominante (caso de los ensanches o de las grandes obras de vías urbanas) o interpretan un empeño generalizado de poblar y colonizar un territorio (caso de las bastidas medievales, las ciudades americanas o, Brasilia). Así, ha existido de siempre una voluntad de ir construyendo la ciudad por impulsos racionalizadores. En efecto, la creación de gran parte de las ciudades ha respondido a una decisión presidida por un orden y unas normas previamente establecidas, es decir, siguiendo un plano que respondía a unos principios teóricos de orden religioso, moral y estético y a otros prácticos de orden territorial y ambiental. Esta apuesta por la planificación se consagra en los dos últimos siglos bajo el convencimiento científico de la necesidad de orientar la historia a través de la razón.

DIFICULTADES DE LA PLANIFICACIÓN URBANA ACTUAL

John Friedmann ha sintetizado recientemen¬te que la planificación de las grandes ciudades resulta difícilmente asumible a causa de los siguientes factores:

La fragmentación espacial, con falta de una autoridad única que pueda deci¬dir y llevar a cabo la planificación.

La fragmentación funcional, por la división de competencias y responsabilida¬des de los diversos organismos que actúan, además, sobre diferentes ámbitos.

La resistencia civil creciente de movimientos sociales reivindicativos, a me¬nudo dispares y contradictorios.

La ausencia de conciencia cívica y de voluntad consensuada y la prevalencia de los intereses de clase y particulares.

La toma de decisiones transcendentales por encima del interés común y de las autoridades locales por sometimiento a las decisiones de las empresas in¬ternacionales y de las instituciones financieras.

Todo ello lleva a una situación caracterizada por una politización creciente de planificación y, en general, a una confianza ciega en los mercados. Con ello, se abandona el objetivo de la planificación de crear una sociedad mejor en todos los aspectos de la integración territorial.

Ante todas estas circunstancias, nos encontramos en esta última década del si¬glo con un panorama harto incierto, cultural, social y económicamente, que tiene unas manifestaciones más relevantes e inseguras cuanto mayor es el nivel de la ciudad. A cuantos se preocupan por la ciudad les incumbe lograr superar esta corte¬dad de miras y de anhelos y de recuperar los grandes valores que deben presidir la convivencia urbana.

CARACTERÍSTICAS DEL PLANEAMIENTO URBANO ANTE EL FUTURO PRÓXIMO

Características básicas: complejidad e incertidumbre

En la actualidad, como recuerda Fernando de Terán, en cualquier disciplina está asumida tanto

la necesidad de aceptar el marco de incertidumbre en que se desarrolla, como la coexistencia de explicaciones no necesariamente compatibles. En efecto, hay que ser conscientes de la mutabilidad de circunstancias que domina la realidad y que es particularmente relevante en el hecho urbano en torno al cual tanto las situaciones como las actitudes respecto a ellos presentan un carácter totalmente variable aunque a menudo se dé cierta recurrencia. Ello nos induce a poner de relieve que no se puede caer en la ingenua creencia de que existan soluciones únicas y verdaderas que, como apuntó Tafuri, no pasan de ser "fábulas consoladoras".

Adentrándonos en materia, podemos afirmar que el crecimiento demográfico hace intenso el proceso de concentración poblacional en las ciudades. Se estima que en los próximos 20 años la población de las mayores ciudades del país se duplicará, y con ello se multiplicarán los ya serios problemas urbanos de insuficiencia e ineficiencia de servicios, uso ineficiente del suelo, incipiente estructuración vial y presión sobre los espacios libres áreas verdes y áreas de cultivo, de allí la importancia de su estudio y planificación.

En este breve lapso histórico, la presión de la urbanización sobre las ciudades dará cabida a numerosos pobladores que se asentarán legal o ilegalmente, planeada o desorganizadamente, con o sin dotación de servicios; pero que inevitablemente estarán presentes ahí en un futuro próximo.

Tal urgencia de urbanización va a requerir un cambio de actitud frente a los problemas. En vez de buscar resolver los problemas una vez que éstos se presenten, habrá que empezar a pensar en cómo anticiparse a los problemas urbanos; pues, de lo contrario, por su magnitud y dinamismo, estos se harán más complejos, hasta volverse gradualmente irresolubles. Pues en eso consiste la planificación urbana.

Con esta conciencia de la complejidad y la incertidumbre que caracterizan los problemas urbanos vamos a adentrarnos en la consideración de la conveniencia de acudir a la planificación como modo de solucionar situaciones urbanas conflictivas o como prevención de crisis urbanas.

Observamos que los modos de intervenir en estas situaciones urbanas son muy variados y tienen lugar continuamente bien de forma más o menos espontánea bien respondiendo a una actitud metódica. En general se suele admitir que para intervenir en la ciudad con objeto de dar solución a los problemas existentes y a los previsibles se recurre al planeamiento urbano como forma de plasmar y hacer pública la ordenación adecuada de todas las soluciones urbanas. 59

Y es que el planeamiento urbano no solamente debe realizarse por imperativos de la legislación urbanística sino que resulta de interés a la colectividad ya que, gracias a él, se podrá disponer de una formulación ordenada y justificada en la cual se presente cómo se entiende la atención a los temas y problemas que la ciudad tiene planteados y cómo ello se traduce en una ordenación urbana que podrá ser llevada a la realidad mediante la regulación que en el mismo plan se propone. pre


CUESTIONES FUNDAMENTALES DE LA PLANIFICACIÓN URBANA

Vamos a detenernos en analizar este enunciado pues en él se han sintetizado cuestiones fundamentales del planeamiento urbano.

En efecto, para que éste sea apropiado a su intención,

1. Conocer en profundidad cuáles son los problemas que demandan solución.

2. Tiene que existir una intención de preparar y llevar a la realidad una ordenación que atienda a dichos problemas urbanos.

3. Cuáles son los medios de que se dispondrá y en qué lapso de tiempo se irá dando solución a los diferentes problemas planteados.

4. La puesta en ejecución de ese planeamiento ha de ser posible y, en consecuen¬cia, habrá de plantearse una regulación que permita ir llevándolo a la realidad en el momento y con los medios adecuados.

5. En esencia, destaca una necesidad de conocer adecuadamente la realidad urbana, de ser conscientes de todos los condicionamientos existentes y de tener siempre presente que la esencia misma del planeamiento exige pensar en un gestión que haga posible su puesta en práctica. ~


1.3.7. Principios a tener en cuenta en el planeamiento urbano actual

Como síntesis de las ideas expuestas de modo general conviene reiterar que el planeamiento urbano debe tratar de ser:

1) Un planeamiento que sea consciente del marco de incertidumbre y atento al carácter variable y, a menudo, recurrente, de los problemas urbanos así como de las tendencias, prioridades y modos de atender a esos problemas.

2) Un planeamiento que interprete la realidad y las experiencias históricas, considerando que la experiencia es garantía del progreso.

3) Un planeamiento preocupado por dotarse de un impulso teórico creador y ordenador.

4) Un planeamiento que refleje el principio de solidaridad como fin para lo¬grar un equilibrio social, económico y territorial, por encima de intereses individuales o coyunturales.

5) Un planeamiento expresado de forma clara y fácil de interpretar.

6) Un planeamiento que pueda ser llevado a la práctica y, en consecuencia, preparado para la gestión en las diversas circunstancias previsibles.

7) Un planeamiento preparado para ser desarrollado y ejecutado con agilidad y pensado para poner en práctica actuaciones estratégicas que sean claves en orden a lograr los objetivos planteados.



OTROS ASPECTOS REFERENTES A LA TEORIA DE LA PLANIFICACION.

En los puntos anteriores se han considerado algunas variables que hacen al análisis e identificación de enfoques teóricos de la planificación, Obviamente se puede como se señaló al comienzo realizar otras consideraciones so¬bre variables que en muchos casos aparecen explicitadas en planes de diferentes sectores o niveles; este es el caso de aspectos tales como la clasificación de lo que podemos entender como recursos dentro de los objetivos de opti¬mización de los mismos. En efecto, la clasificación de recursos a utilizar dentro del relevamiento, proposición de objetivos, y restantes etapas del proceso de planificación, suele presentar algunas discrepancias o diferencias cuan¬do se analizan distintos planes y/o enfoques. No obstante se ha considerado que tales discusiones no se encuen¬tran implícitas dentro de los objetivos de este capítulo y Por tal razón solamente se estima conveniente dejar planteada tal consideración, dado que se 6a entendido que las distintas clasificaciones o enfoques referentes a re¬cursos, puede demandar un tratamiento específico y extenso.

Asimismo, al igual que en el caso anterior, puede resultar necesario' la identificación de otras variables para llegar a calificar o entender determinados enfoques teóricos sobre planificación a cualquier nivel que se trate, estimándose por lo tanto, que este capítulo queda abierto en tal sentido.


Bibliografía consultada

Diccionario de la Real Academia Española
FRIEDMAN, JOHN (1970) "La vocación de la Planificación". Cuadernos de la Sociedad Venezolana de Planificación, Volumen II, N° 7 y 8.
RAMOS, José Luis (1985) "Planificación Urbana y Regional. Teoría y Práctica". Faud. UNC
TRAPERO, Juan José (1999) "La Práctica del Planeamiento urbanístico en España". Ed. Síntesis.
BAZANT, Ian (1981) “Manual de criterios de diseño urbano”. Ed Trillas. México.